Adults with Type 2 Diabetes and Possible Eating Disorders

Study results showed that more than one-third of adults with type 2 diabetes (T2D) were at risk.

The prevalence of eating disorders has been rising and, according to a group of Indian researchers, there are still few reports of eating disorders among persons with T2D in some parts of the world. Dr. Arti  Muley and researchers at Symbiosis International University, Pune, India, echoed this. Few studies of eating disorders and individuals with T2D have been performed in India, due to fixed age groups and small data sets, and the fact that no countrywide studies yet exist (Cureus 16: e52425. DOI 10.7759/cureus.52425).

A cross-sectional study

The researchers designed a cross-sectional study of T2D and eating disorders among adults in Ahmedabad City, Gujarat, India. (With an estimated population of 9 million, it is the fifth largest city in India.)  Dr. Muley and colleagues enrolled 54 individuals 30 to 60 years of age with T2D in their study.   A special 32-questionnaire was developed using the SCOFF Questionnaire, a five-question screening tool that added demographic information, and the Eating Disorder Examination-Questionnaire (EDE-Q).

Results

The researchers reported that more than one-third of the group with T2D (21% of males and 14% of females) had an elevated risk of developing an eating disorder.  In this study, 14% of the participants screened positive for an eating disorder: those at greater risk were males 40 to 50 years of age, and those with uncontrolled diabetes and one or more comorbidities.

The 254 participants included 141 males (55.5%) and 113 females (44.5%), most of whom were 30 to 40 years of age (46.1%) or 40 to 50 years of age (54.7%). Of the participants, 39% reported exercising only occasionally and 31% reported exercising “sometimes.”  Some 63% had normal body mass indexes, and 15% of the males were overweight, compared to 6% of females. A family history of diabetes mellitus was found among 60% of the study group. More than 61% of the patients had uncontrolled diabetes and 70% reported having one or more comorbidities with their T2D. Another finding was that individuals with more education were more likely to report having symptoms of an eating disorder.

Study limitations

The authors noted that their study did have a few limitations, including its cross-sectional nature, which limited generalizing findings to different periods and/or populations. Self-reporting bias might also have affected the results.

A few final thoughts

According to the authors, increasing awareness of the link between diabetes and eating disorders will help professionals identify individuals with both. They also concluded that some technologies, such as mobile apps, artificial intelligence, and telehealth, may help individuals manage their diabetes and disordered eating. This is particularly applicable in areas where in-person treatment is either difficult to arrange or unavailable.

Adultos con diabetes tipo 2 y posibles trastornos alimentarios

Los resultados de un estudio mostraron que más de un tercio de los adultos con diabetes tipo 2 estaban en riesgo.

La prevalencia de los trastornos alimentarios ha ido en aumento y, según un grupo de investigadores indios, todavía hay pocos informes de trastornos alimentarios entre personas con diabetes tipo 2 (DMT2) en algunas partes del mundo. La Dra. Arti Muley y los investigadores/as de la Symbiosis International University de Pune, India se hicieron eco de ello. En la India se han realizado pocos estudios sobre los trastornos alimentarios y las personas con diabetes tipo 2, debido a la existencia de grupos de edad determinados y conjuntos de datos reducidos, así como al hecho de que aún no existen estudios a escala nacional (Cureus 16: e52425. DOI 10.7759/cureus.52425)

Un estudio transversal

Los investigadores diseñaron un estudio transversal de la diabetes tipo 2 y los trastornos alimentarios entre adultos en la Ahmedabad City, Gujarat, India. (Con una población estimada de 9 millones de habitantes, es la quinta ciudad más grande de la India) La Dra. Muley y sus colegas incluyeron en su estudio a 54 individuos de entre 30 y 60 años con DMT2. Se elaboró un cuestionario especial de 32 preguntas utilizando el SCOFF Questionnaire, una herramienta de detección de cinco preguntas que añadía información demográfica, y el Eating Disorder Examination-Questionnaire (EDE-Q)

Resultados

Los investigadores informaron que más de un tercio del grupo con DMT2 (21% de los hombres y 14% de las mujeres) tenía un riesgo elevado de desarrollar trastornos alimentarios. En este estudio, el 14% de los participantes registraron un resultado positivo con un trastorno alimentario: los que corrían un mayor riesgo eran los hombres de 40 a 50 años y los que padecían diabetes no controlada y una o más comorbilidades.

Entre los 254 participantes había 141 hombres (55.5%) y 113 mujeres (44.5%), la mayoría de 30 a 40 años (46.1%) o de 40 a 50 años (54.7%) De los participantes, el 39% declaró hacer ejercicio sólo ocasionalmente y el 31% “a veces”. Un 63% tenían índices de masa corporal normales, y un 15% de los hombres tenían sobrepeso, en comparación con el 6% de las mujeres. Se encontraron antecedentes familiares de diabetes mellitus en el 60% del grupo de estudio. Más del 61% de los pacientes tenían una diabetes no controlada y el 70% declararon tener una o más comorbilidades con su DMT2. Otro hallazgo fue que los individuos con más estudios eran más propensos a declarar tener síntomas de un trastorno alimentario.

 

Limitaciones del estudio

Los autores señalaron que su estudio tenía algunas limitaciones, como su naturaleza transversal, que limitaba la generalización de los resultados a diferentes periodos y/o poblaciones. El sesgo de la autoevaluación también podría haber afectado a los resultados.

Algunas reflexiones finales

Según los autores, aumentar la concientización sobre la relación entre la diabetes y los trastornos alimentarios ayudará a los profesionales a identificar a las personas que padecen ambos trastornos. También concluyeron que algunas tecnologías, como las aplicaciones móviles, la inteligencia artificial y la telesalud, pueden ayudar a las personas a controlar su diabetes y su alimentación desordenada. Esto es especialmente aplicable en zonas donde el tratamiento en persona es difícil de conseguir o no está disponible.

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