Q & A: Managing Constipation in Eating Disorders

Q. One of my patients has continuing bouts of constipation. What is the consensus on the best approach for constipation in patients with AN and BN? (J.N., Cleveland)

A. Best practice management of constipation in people with eating disorders begins with education and a clear case definition with safety screening, then prioritization of nutritional rehabilitation and weight restoration, and pharmacologic support that avoids stimulant laxatives.

1. Define the problem, screen for risks, and provide patient education about normal bowel function.

Use a standard definition, such as the Rome IV criteria, to avoid over- or under-diagnosis and to provide patient education to help the patient normalize expectations about stool frequency and form. Screen for laxative misuse, other purging methods, dehydration, electrolyte disturbance, hypothyroidism, medications that slow gut motility, and pelvic floor dysfunction. Consider screening labs, especially if there is purging or restrictive intake. Rome IV criteria offer a symptom-based framework that helps distinguish functional constipation and related disorders of gut-brain interaction.

2. Nutritional rehabilitation and weight restoration are pivotal.

Weight normalization and re-establishing consistent eating patterns improve colonic transit and reduce constipation. The 2025 scoping review by Heathcote and Carey found the strongest recommendations for normalization of weight, with improvement commonly seen within about four to twelve weeks. Earlier research, including work by Philip Mehler, MD, emphasizes that delayed gastric emptying and colonic hypofunction are direct physiologic effects of undernutrition and usually resolve with adequate refeeding (Mehler PS. Eating Disorders: A Guide to Medical Care and Complications, 4th ed. 2023). Adjunctive measures, such as meal size/frequency/consistency adjustment and physical therapy focused on pelvic floor toning, are sometimes helpful during refeeding to relieve discomfort and promote adherence.

3. Use pharmacologic support when needed with constipation, giving clear preferences.

When symptoms persist or are distressing during refeeding, osmotic agents such as polyethylene glycol or lactulose are preferred. These can be titrated to the desired effect and, with monitoring, can be used safely during nutritional rehabilitation. Stimulant laxatives should be avoided because of the risk of dependency and long-term colonic dysmotility. For individuals discontinuing stimulant laxatives, tapering is not usually required. Rather, scheduled osmotic agents or stool softeners may be required during withdrawal.

4. Encourage fluids and fiber and provide more education.

Encourage adequate hydration and be careful with fiber dosing. Early in refeeding, bloating and visceral hypersensitivity are common and can worsen with rapid increases in fiber. With improvement, gradual introduction of fiber can be increased as tolerated. Provide direct education that stimulant laxatives do not prevent calorie absorption and that misuse of these agents increases the risk of dependence and cathartic colon.

5. Decide when to escalate

Escalate care for changes or severity in symptom presentation (such as severe abdominal pain, vomiting, blood in stool, fever, or signs of obstruction). Consider X-rays, pelvic floor assessment or gastroenterology referral if constipation persists despite nutritional rehabilitation and appropriate medication.

The Bottom Line for AN And BN

  • Start with definition and safety screening using Rome IV criteria and educate the patient about normal stool frequency and character.
  • Prioritize nutritional rehabilitation and weight restoration; expect improvement within four to 12 weeks for most patients.
  • If medication is required, prefer osmotic agents such as polyethylene glycol or lactulose; avoid stimulant laxatives, especially with prior misuse.
  • Support hydration, introduce fiber gradually, and reinforce education about bowel health.

Patient Education Tip 

Discuss the patient’s bowel habits early in treatment. Explain that bowel frequency can vary from three times per week to three times per day, and that sensations of fullness and bloating during refeeding are common. Remain mindful of potential impacts of constipation on meal plan completion, and ensure that if intervention is indicated, patients are supported in accessing appropriate medical care. Encourage patience and provide reassurance that symptoms usually improve with nutritional recovery.

Key References

Heathcote B, Carey S. Management of Constipation in Eating Disorders: A Scoping Review. J Hum Nutr Diet. 2025. 38(4):e70100.  https://doi.org/10.1111/jhn.70100.

Mehler PS. Eating Disorders: A Guide to Medical Care and Complications. 4th ed. Baltimore: Johns Hopkins University Press; 2023.

Rome Foundation. Rome IV Diagnostic Criteria for Functional Gastrointestinal Disorders. J Eat Disord. 2023; 11:20. https://doi.org/10.1186/s40337-022-00731-6.

American Psychiatric Association. Practice Guideline for the Treatment of Patients with Eating Disorders. 4th ed. 2023.

Preguntas y Respuestas

Cómo manejar el estreñimiento en los trastornos de la conducta alimentaria

P. Uno de mis pacientes sufre episodios continuos de estreñimiento. ¿Cuál es el consenso sobre el mejor enfoque para tratar el estreñimiento en pacientes con anorexia y bulimia nervosa? (J.N., Cleveland)

R. La gestión óptima del estreñimiento en personas con trastornos de la conducta alimentaria comienza con la educación y una definición clara del caso junto con una detección segura; posteriormente, se debe priorizar la rehabilitación nutricional y la restauración del peso corporal, complementadas con apoyo farmacológico que evite el uso de laxantes estimulantes.

1. Defina el problema, detecte los riesgos y eduque al paciente sobre el funcionamiento normal del intestino.

Utilice una definición estándar, como los criterios de Roma IV, para evitar el sobrediagnóstico o el infradiagnóstico y para proporcionar educación al paciente que le ayude a normalizar sus expectativas respecto a la frecuencia y la consistencia de las heces. Detecte el uso indebido de laxantes, otros métodos purgantes, deshidratación, alteraciones electrolíticas, hipotiroidismo, medicamentos que ralentizan la motilidad intestinal y disfunción del suelo pélvico. Considere la posibilidad de realizar pruebas de detección, especialmente si hay purgas o restricción alimentaria. Los criterios de Roma IV ofrecen un marco basado en los síntomas que ayuda a distinguir el estreñimiento funcional y los trastornos relacionados con la interacción entre el intestino y el cerebro.

2. La rehabilitación nutricional y la restauración del peso corporal son fundamentales.

La normalización del peso y el restablecimiento de patrones alimenticios consistentes mejoran el tránsito colónico y reducen el estreñimiento. La revisión exploratoria de 2025 realizada por Heathcote y Carey encontró las recomendaciones más sólidas a favor de la normalización del peso, observándose mejoría habitualmente en un período de aproximadamente cuatro a doce semanas. Investigaciones anteriores, incluido el trabajo de Philip Mehler, MD, destacan que el vaciamiento gástrico retardado y la hipofunción del colon son efectos fisiológicos directos de la desnutrición y que, por lo general, se resuelven con una realimentación adecuada. (Mehler PS. Eating Disorders: A Guide to Medical Care and Complications, 4th ed. 2023) Las medidas complementarias, como el ajuste del tamaño, la frecuencia y la consistencia de las comidas, y la fisioterapia centrada en tonificar el suelo pélvico, a veces resultan útiles durante la realimentación para aliviar las molestias y promover la adherencia al tratamiento.

3. Utilice apoyo farmacológico cuando sea necesario, estableciendo preferencias claras.

Cuando los síntomas persisten o resultan angustiantes durante la realimentación, se prefieren los agentes osmóticos como el polietilenglicol o la lactulosa. Estos pueden ajustarse hasta lograr el efecto deseado y, con la supervisión adecuada, pueden utilizarse de manera segura durante la rehabilitación nutricional. Se deben evitar los laxantes estimulantes debido al riesgo de dependencia y dismotilidad colónica a largo plazo. Para las personas que dejan de tomar laxantes estimulantes, no suele ser necesario reducir la dosis gradualmente. En cambio, es posible que se requieran agentes osmóticos programados o ablandadores de heces durante la abstinencia.

4. Fomente la ingesta de líquidos y fibra, y proporcione una educación más amplia al respecto.

Fomente una hidratación adecuada y tenga precaución con la dosificación de fibra. En las primeras etapas de la realimentación, la distensión abdominal y la hipersensibilidad visceral son frecuentes y pueden agravarse con incrementos rápidos en la ingesta de fibra. Con la mejoría, la introducción gradual de fibra puede incrementarse según la tolerancia del paciente. Proporcione información clara sobre el hecho de que los laxantes estimulantes no impiden la absorción de calorías y que el uso indebido de estos agentes aumenta el riesgo de dependencia y colon catártico.

5. Decida cuándo escalar el nivel de atención

Escale el nivel de atención ante cambios en la presentación o en la gravedad de los síntomas (como dolor abdominal intenso, vómitos, presencia de sangre en las heces, fiebre o signos de obstrucción) Si el estreñimiento persiste a pesar de la rehabilitación nutricional y la medicación adecuada, considere la posibilidad de realizar radiografías, una evaluación del suelo pélvico o una derivación a gastroenterología.

El resultado final para AN y BN

• Comience con la definición y la evaluación de seguridad utilizando los criterios de Roma IV e informe al paciente sobre la frecuencia y las características normales de las deposiciones.• Priorice la rehabilitación nutricional y la recuperación de peso; espere una mejoría en un plazo de cuatro a doce semanas en la mayoría de los pacientes.• Si se requiere medicación, prefiera agentes osmóticos como el polietilenglicol o la lactulosa; evite los laxantes estimulantes, especialmente si se ha hecho un uso indebido de ellos anteriormente.• Favorezca la hidratación, introduzca la fibra gradualmente y refuerce la educación sobre la salud intestinal.

Recomendación para la educación del paciente

Aborde los hábitos intestinales del paciente desde las primeras etapas del tratamiento. Explique que la frecuencia de las evacuaciones puede variar de tres veces por semana a tres veces por día, y que las sensaciones de plenitud y distensión abdominal durante la realimentación son frecuentes. Tenga en cuenta los posibles efectos del estreñimiento en el cumplimiento del plan alimenticio y, si se indica una intervención, asegúrese de que los pacientes reciban apoyo para acceder a la atención médica adecuada. Fomente la paciencia y brinde tranquilidad, explicando que los síntomas suelen mejorar con la recuperación nutricional.

Referencias Claves

Heathcote B, Carey S. Management of Constipation in Eating Disorders: A Scoping Review. J Hum Nutr Diet. 2025. 38(4):e70100.  https://doi.org/10.1111/jhn.70100.

Mehler PS. Eating Disorders: A Guide to Medical Care and Complications. 4th ed. Baltimore: Johns Hopkins University Press; 2023.

Rome Foundation. Rome IV Diagnostic Criteria for Functional Gastrointestinal Disorders. J Eat Disord. 2023; 11:20. https://doi.org/10.1186/s40337-022-00731-6.

American Psychiatric Association. Practice Guideline for the Treatment of Patients with Eating Disorders. 4th ed. 2023.

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