BMI at admission and discharge was an important factor in recovery.
Recovery from anorexia nervosa is still relatively undefined, according to Dr. J. Hubert Lacey and colleagues at the Schoen Clinic and the University of London. Maintaining weight after treatment is one measure, although it is still relatively overlooked in the literature, according to the British researchers.
The team set out to better define weight maintenance, which they believe will help guide the development of treatment in patients with AN. To do so, the researchers conducted a systematic review to investigate factors that lead to long-term weight maintenance in AN patients. They reviewed five major databases, using PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses) guidelines. They sought to identify factors that could predict long-term weight maintenance in AN patients and to explore differences in predictive factors between adolescent and adult AN patients. Of 1059 studies initially identified, 13 qualified for the review.
The predictive ability of BMI in recovery
A number of factors were identified, and body mass index (BMI, kg/m2) at admission and discharge from inpatient treatment was the most common predictor of weight maintenance. The researchers found no differences between adults and adolescents with AN. One drawback was that individual studies had different ways to define and measure “weight maintenance.”
Prior studies also added clues to defining weight maintenance. Kaplan et al found that women with a higher BMI at discharge from intensive treatment (inpatient or day patient) were more likely to maintain their weight at 6- and 12-month follow-up (Psychol Med. 2009. 39:1037). That study also reported that the rate of weight change, that is, a lower rate of weekly weight loss in the first 28 days of outpatient CBT treatment, was a significant indicator of weight maintenance. El Ghoch and colleagues showed that discharge BMI significantly predicted weight maintenance at 12-month follow-up in a sample of inpatient women (Eur J Clin Nutr. 2016. 70:194). Another study reported that both body fat percentage and higher levels of leptin (fat-adjusted) before discharge from inpatient treatment, measured with whole-body MRI imaging, significantly predicted weight maintenance at follow-up (Int J Eat Disord. 2021. 54:527).
Recovery Predictors
Thus, according to Dr. Lacey, the results of their review suggest that a higher BMI at admission and discharge are the strongest predictors of long-term weight maintenance among AN patients. Mixed findings have been found for biological and psychological factors, according to the authors, who caution that such results should not be used in isolation to promote a medical model of recovery. Rather, they note, it is more important to combine such guidelines with a wider understanding of what is important for AN patients. The authors also note that further research should continue, to develop a clear definition of weight maintenance and to identify predictive factors for weight maintenance among AN patients.
Recuperación de peso en pacientes con AN
Los IMC al ingreso y al alta pueden desempeñar un papel clave.
La recuperación de la anorexia nervosa sigue siendo relativamente indefinida, según el Dr. J. Hubert Lacey y colegas de la Schoen Clinic y de la the University of London (Eat Weight Disord. 2024. 6:24). Mantener el peso después del tratamiento es una medida, aunque todavía se pasa relativamente por alto en la literatura, según los investigadores británicos.
El equipo se propuso definir mejor el mantenimiento del peso, lo que creen ayudará a orientar el desarrollo del tratamiento en pacientes con AN. Para ello, los investigadores llevaron a cabo una revisión sistemática para analizar los factores que conducen al mantenimiento del peso a largo plazo en pacientes con AN. Revisaron cinco bases de datos principales, utilizando las directrices PRISMA (Preferred Reporting Items for Systematic Reviews and Meta-Analyses). Intentaron identificar los factores que podrían predecir el mantenimiento del peso a largo plazo en pacientes con AN y explorar las diferencias en los factores predictivos entre pacientes adolescentes y adultos con AN. De los 1059 estudios identificados inicialmente, 13 cumplían los requisitos para la revisión.
La capacidad predictiva del IMC
Se identificaron varios factores, y el índice de masa corporal (IMC, kg/m²) al ingreso y al alta del tratamiento hospitalario fue el factor predictivo más común del mantenimiento del peso. Los investigadores no encontraron diferencias entre los adultos y los adolescentes con AN. Un inconveniente fue que los estudios individuales utilizaron diferentes formas de definir y medir el “mantenimiento del peso”. Otros estudios anteriores también aportaron pistas para definir el mantenimiento del peso.
Kaplan et al descubrieron que las mujeres con un IMC más elevado al alta de un tratamiento intensivo (paciente hospitalizada o de día) tenían más probabilidades de mantener su peso en el seguimiento a los 6 y 12 meses (Psychol Med. 2009. 39:1037). Ese estudio también informó que la tasa de cambio de peso, es decir, una menor tasa de pérdida de peso semanal en los primeros 28 días de tratamiento ambulatorio con TCC, era un indicador significativo del mantenimiento del peso.
Marwan El Ghoch y sus colegas demostraron que el IMC al alta predecía significativamente el mantenimiento del peso a los 12 meses de seguimiento en una muestra de mujeres hospitalizadas (Eur J Clin Nutr. 2016. 70:194). Otro estudio informó que tanto el porcentaje de grasa corporal como los niveles más altos de leptina (ajustados a la grasa) antes del alta del tratamiento hospitalario, medidos con imágenes de resonancia magnética de todo el cuerpo, predijeron significativamente el mantenimiento del peso durante el seguimiento (Int J Eat Disord. 2021. 54:527).
Según los autores, los resultados de su estudio sugieren que un IMC más elevado al ingreso y al alta son los predictores más fuertes del mantenimiento del peso a largo plazo entre los pacientes con AN. Se han encontrado resultados mixtos para los factores biológicos y psicológicos, según los autores, que advierten de que estos hallazgos no deben utilizarse de forma aislada para promover un modelo médico de recuperación. Más bien, señalan, es más importante combinar dichas directrices con una comprensión más amplia de lo que es importante para los pacientes con AN. Los autores también señalan que se debe seguir investigando para desarrollar una definición clara del mantenimiento del peso e identificar los factores predictivos del mantenimiento del peso entre los pacientes con AN.