Transgender Patients with Eating Disorders

A study highlighted the influence of body dissatisfaction.

Body dissatisfaction and lower quality of life are common among gender-diverse individuals with eating disorders. Body dissatisfaction, a core symptom of eating disorders, is pronounced in both individuals with eating disorders and in transgender and gender-diverse individuals. Higher levels of body dissatisfaction correlate with lower quality of life in both groups.

According to Simbar et al. (J Sex & Marital Ther. 2018. 44:523), a significant positive correlation exists between quality of life and body image in transgender individuals, suggesting that improving body image enhances quality of life. Research indicates that both binary transgender and gender-diverse individuals, such as those identifying as gender-queer, gender-fluid, or bi-gender, have a higher risk of developing eating disorders than cisgender individuals (J Eat Disord. 2020. 8:74; Am J Prevent Med. 2019. 57:293).

Danish transgender study assessment

A recent Danish study assessed the prevalence of transgender and gender-diverse identity within a sample of Danish patients with eating disorders. The study aimed to estimate gender congruence, body dissatisfaction, and quality of life in transgender patients with eating disorders compared to a nonclinical group. It also explored the prevalence of transgender men versus transgender women among patients with eating disorders, and whether eating disorder symptoms differ between transgender and gender-diverse individuals and cisgender individuals with eating disorders.

Dr. Sophie Rasmussen and colleagues at Aalborg University, Aalborg, Denmark, hypothesized that a higher prevalence of individuals identifying as transgender and gender-diverse would be found among those with eating disorders compared to a nonclinical group (Eur Eat Disorders Rev. 2025. 33:239).

Study design

The authors conducted a nationwide, matched cross-sectional study using an online survey. The survey assessed gender identity, gender congruence, body dissatisfaction, and quality of life in adult patients with eating disorders compared to a nonclinical group. A total of 1,366 patients with eating disorders were eligible for inclusion and were matched with individuals from a nonclinical comparison group. Participation was voluntary, responses were anonymous, and participation would not affect any ongoing treatment.

Participants completed several questionnaires, including the Eating Disorder Examination Questionnaire (EDE-Q), the Body Uneasiness Test (BUT), the Transgender Congruence Scale (TCS), and the WHO Quality of Life-BREF questionnaire (WHOQOL-BREF). Additional questions, developed in collaboration with the Center for Gender Identity at Aalborg University Hospital, addressed gender identity and gender incongruence, including participants’ gender identity and sex assigned at birth.

Study findings in dissatisfaction

The study found pronounced body dissatisfaction and low quality of life among gender nonconforming people with eating disorders, but no significant difference was found in the prevalence of eating disorders in transgender and gender-diverse individuals and the nonclinical comparison group.

Body dissatisfaction, a core symptom of eating disorders, is pronounced in both individuals with eating disorders and in transgender and gender-diverse individuals. Higher levels of body dissatisfaction correlate with lower quality of life in both groups.

Pacientes transgénero con trastornos alimentarios

Un estudio destaca la influencia de la insatisfacción corporal.

La insatisfacción corporal y una menor calidad de vida son comunes entre las personas de género diverso con trastornos de la conducta alimentaria. La insatisfacción corporal, un síntoma esencial de los TCA, es frecuente tanto en personas con trastornos de la conducta alimentaria como en personas transgénero y de género diverso. Niveles altos de insatisfacción corporal se correlacionan con una menor calidad de vida en ambos grupos.

De acuerdo con Simbar et al. (J Sex & Marital Ther. 2018. 44:523), existe una correlación positiva significativa entre la calidad de vida y la imagen corporal en las personas transgénero, lo que sugiere que mejorar la imagen corporal mejora la calidad de la existencia. Las investigaciones indican que tanto las personas transgénero binarias como las de género diverso, así como aquellas que se identifican como género queer, género fluido o bi-género, tienen un mayor riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria que las personas cisgénero. (J Eat Disord. 2020. 8:74; Am J Prevent Med. 2019. 57:293)

Evaluación del estudio danés

Un reciente estudio danés evaluó la prevalencia de la identidad transgénero y de género diverso en una muestra de pacientes con trastornos de la conducta alimentaria. El objetivo del estudio fue evaluar la congruencia de género, la insatisfacción corporal y la calidad de vida en pacientes transgénero con TCA en comparación con un grupo no clínico. También se estudió la prevalencia de hombres transgénero frente a mujeres transgénero entre los pacientes con trastornos alimentarios. Lo que se buscaba saber era si los síntomas de éstos diferían entre las personas transgénero y de género diverso y las personas cisgénero con TCA.

La Dra. Sophie Rasmussen y sus colegas en la Aalborg University, Aalborg, Dinamarca, plantearon la hipótesis de que se encontraría una mayor prevalencia de personas que se identifican como transgénero y de género diverso entre aquellas con trastornos de la conducta alimentaria en comparación con un grupo no clínico. (Eur Eat Disorders Rev. 2025. 33:239)

Diseño del estudio

Los autores llevaron a cabo un estudio transversal emparejado a nivel nacional mediante una encuesta en línea. La encuesta evaluó la identidad y la congruencia de género, la insatisfacción corporal, así como la calidad de vida en pacientes adultos con trastornos de la conducta alimentaria en comparación con un grupo no clínico. Un total de 1366 pacientes con trastornos alimentarios fueron elegibles para su inclusión y se emparejaron con individuos de un grupo de comparación no clínico. La participación fue voluntaria, por lo cual no se afectaría ningún tratamiento en curso y las respuestas fueron anónimas.

Los participantes completaron varios cuestionarios, entre ellos el Eating Disorder Examination Questionnaire (EDE-Q), el Body Uneasiness Test (BUT), el Transgender Congruence Scale (TCS), y el WHO Quality of Life-BREF questionnaire (WHOQOL-BREF) Se plantearon preguntas adicionales, elaboradas en colaboración con el Center for Gender Identity del Hospital Universitario de Aalborg, sobre la identidad y la incongruencia de género de los participantes y el sexo asignado al nacer.

Resultados del estudio

 

El estudio reveló una profunda insatisfacción corporal y una baja calidad de vida entre las personas con TCA que no se ajustaban a los estereotipos de género, pero no se encontraron diferencias significativas en la prevalencia de los trastornos de la conducta alimentaria entre las personas transgénero y de género diverso y el grupo de comparación no clínico.

La insatisfacción corporal, un síntoma fundamental de los trastornos alimentarios, es frecuente tanto en personas que los padecen como en personas transgénero y de género diverso. Niveles más elevados de insatisfacción corporal se correlacionan con una menor calidad de vida en ambos grupos.

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